Ucrania en la Unión Europea: Una Oportunidad que Beneficiará a Europa y el Mundo
30 de enero de 2025
Uno de los temas muy importantes abordados en el II Congreso de las asociaciones ucranianas KRAI en Pamplona fue El Futuro de Ucrania en la Unión Europea. Los tres ponentes invitados subrayaron importantes tesis porque futura integración de Ucrania dentro de la Unión Europea no es una amenaza para Europa, sino una oportunidad beneficiosa para ambos.
Expertos invitados:
Amaia Arrizabalaga, Europeísta, Candidata a Eurodiputada (PNV), Interprete Jurada, Lettres Modernes Françaises
Javier Larequi, Historiador, Profesor, Periodista, Vicepresidente de Asociación juvenil europeísta Equipo Europa
Antonio Albaladejo, Asesor Político, Delegación española del Grupo PPE en el Parlamento Europeo


Amaia Arrizabalaga destacó que defender Ucrania es esencial para la defensa de Europa y la estabilidad global, subrayando que no se trata solo de un conflicto entre dos países, sino de un ataque contra toda Europa. Enfatizó que la lucha de Ucrania por la libertad es también la nuestra y que el futuro de Europa y el modelo de civilización que deseamos preservar están en juego.
Defender Ucrania es defender Europa
«No es solo un conflicto entre dos países, sino un ataque contra toda Europa y su reconstrucción”, afirmó Amaia Arrizabalaga. ‘Si esta herida no se trata, se convertirá en una infección para la paz mundial’, advirtió.
Amaia Arrizabalaga insiste en que hay que defender la soberanía de Ucrania, garantizada por el derecho internacional. Esto reforzará los valores democráticos en todo el mundo y contribuirá a la paz global. De lo contrario, la agresión rusa amenaza con desestabilizar a los países vecinos y generar un caos mundial.

La neutralidad legitima la agresión, por eso no es una opción correcta
En esta situación, la neutralidad no puede ser la respuesta correcta. No podemos quedarnos como simples observadores. La neutralidad, en este caso, erosiona el orden internacional y legitima la agresión. Debemos ser contundentes, convertirnos en agentes activos, aceptar nuestra responsabilidad conjunta y condenar la agresión, reafirmando así la soberanía y el orden internacional, insistió Amaia Arrizabalaga.
Medidas necesarias:
- Sanciones y presión diplomática
Como señaló Amaia Arrizabalaga, las sanciones, la presión diplomática y económica deben ser efectivas. Siempre es positivo apostar por negociaciones, pero estas no pueden fortalecer al agresor sin garantizar justicia.
- Reforma de las organizaciones internacionales
Es fundamental reformar las organizaciones internacionales, muchas veces bloqueadas por vetos. También es crucial fortalecer la diplomacia preventiva y crear marcos jurídicos eficaces para responsabilizar a los agresores y exigirles la reparación de los daños.
Defender Ucrania: La clave para el futuro de Europa y nuestra civilización
Amaia Arrizabalaga: “Defender a Ucrania no es solo un acto de solidaridad, sino una estrategia clave para el futuro de Europa. Si fallamos, estará en juego nuestra propia estabilidad. No se trata solo de política exterior, sino de proteger nuestra construcción europea y el modelo de civilización que queremos preservar. Necesitamos unidad y valentía moral. La lucha de Ucrania por la libertad es también la nuestra. La humanidad avanza cuando defiende sus principios más elevados. No se trata solo de Ucrania, sino del alma misma de nuestra civilización”. Al final de su discurso, Amaia añadió un mensaje de resistencia – una frase en ucraniano: Slava Ukraini! (Gloria a Ucrania).

Javier Larequi presentó un recorrido histórico sobre Ucrania y su largo y desafiante camino hacia Europa, destacando su lucha por integrarse en la Unión Europea. Subrayó que, aunque Ucrania aún debe cumplir con ciertos requisitos para ser miembro, el país ha demostrado un compromiso firme con los valores fundamentales de la UE, como la democracia, la paz y la libertad.
Como contó el propio Javier Larequi, historiador de profesión, su compromiso con el tema de Ucrania comenzó hace casi tres años, cuando Rusia desató la guerra a gran escala. “Entendí entonces que no es un conflicto extranjero, sino una guerra dentro de Europa, y que los ucranianos tienen las mismas aspiraciones que teníamos nosotros, los españoles, hace unas décadas. Esas aspiraciones de paz, libertad y democracia”, afirmó Javier Larequi.
El potencial de Europa hoy se debe a su ampliación: Ucrania es el siguiente paso
Larequi expuso que el futuro de Ucrania pasa por formar parte de la Unión Europea, al menos cuando exista una perspectiva de seguridad que evite futuras invasiones rusas. Aunque la integración de Ucrania aún no es un hecho seguro, resaltó que aún hay mucho trabajo por hacer de ambas partes.
En su reflexión final, se preguntó: “¿Qué habría sido de la Unión Europea si hoy en día solo estuviera formada por sus seis países fundadores? Seguramente muchos de los países que ahora son democracias consolidadas, quizás no lo serían. Y, desde luego, no tendríamos el potencial económico que tenemos actualmente”. En ese sentido, concluyó que Ucrania merece la oportunidad de ser parte de la Unión Europea.



Un dilema histórico para Europa
La Unión Europea, según Larequi, se enfrenta a un dilema crucial: elegir entre integrar países que tal vez no estén del todo preparados, con el riesgo de que la unión no sea completamente cohesionada, o dejar que estos países caigan bajo la influencia de Rusia. Este es un dilema con consecuencias históricas, un dilema global que enfrenta el mundo hoy. “Cada vez estamos más solos los europeos”, afirmó.
Ucrania en la Unión Europea: Una Oportunidad, no una Amenaza
A menudo, la entrada de Ucrania en la Unión Europea es vista como un problema, pero, como señaló Antonio Albaladejo, debemos verla como una oportunidad. A pesar de los desafíos que implica, integrar a Ucrania fortalecerá a la UE y beneficiará a ambas partes.
Los titulares en los periódicos como «El grano ucraniano amenaza a la agricultura» o «El coste de Ucrania para la Unión Europea» generan una percepción errónea, enfocando el tema como una amenaza. Estas visiones distorsionan el debate y nos alejan de los beneficios potenciales que la integración de Ucrania puede traer. La especulación sobre el coste de su entrada también hace daño, generando miedo al gasto, pero la historia ha demostrado que este tipo de ampliaciones no son tan traumáticas como se presentan. Cuando España, Portugal o Polonia se unieron a la UE, enfrentaron críticas similares, pero los resultados finales fueron positivos para todos, afirmó Antonio Albaladejo.

Un proceso complejo, pero no insuperable
Es cierto que la integración de Ucrania no será inmediata. Se requieren importantes reformas y ajustes, especialmente para integrarse plenamente al mercado europeo. También existen desafíos relacionados con la corrupción. Sin embargo, estos son obstáculos superables con el tiempo, tal como lo fue con los países anteriores que se unieron a la Unión.
Europa ganará con Ucrania: potencial agrícola y oportunidades comerciales que fortalecerán el futuro del continente
Uno de los mayores beneficios de la integración de Ucrania es el potencial económico que ofrecería a la UE. Ucrania es una potencia agrícola con aproximadamente el 30% de las tierras más fértiles del mundo. Su suelo negro, conocido como chernozem, es ideal para cultivos como el trigo, el maíz, la cebada y el girasol. Si Ucrania entra en la UE, se consolidaría como un líder mundial en producción agrícola, lo que fortalecería la seguridad alimentaria de Europa y generaría grandes oportunidades comerciales para ambas partes. «No hay jamón español sin grano ucraniano», como recordó Albaladejo, destacando la estrecha interdependencia entre la agricultura ucraniana y la europea. “Como soy de Murcia, digo, que los cerditos murcianos comen maíz ucraniano”.
Además, la producción de cereales sería más barata, lo que podría reducir los costos de muchos productos esenciales. Ucrania, por ejemplo, produce soja en cantidades dos veces mayores que toda la UE. Por lo tanto, ayudar a Ucrania es, en última instancia, ayudarnos a nosotros mismos. Si no apoyamos su desarrollo, pagaremos las consecuencias.
Una relación estratégica más allá de la agricultura
Ucrania no solo aporta en términos de seguridad alimentaria y comercio. Su inclusión en la UE también tendría un impacto en la seguridad. El ejército ucraniano es el más grande de todos los países de la Unión Europea, lo que fortalece aún más la capacidad defensiva colectiva.
En resumen, la integración de Ucrania en la Unión Europea no solo es una cuestión de justicia, sino también un interés estratégico para la UE. A medida que avanzamos hacia un futuro más interconectado, es fundamental reconocer que Ucrania no es una amenaza, sino una oportunidad para fortalecer y expandir el potencial de Europa.
Texto y fotos: Valentyna Zaichenko
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