Anuncio y nota de prensa (actualizada) dedicada al tercer aniversario de la invasión rusa a gran escala de Ucrania 

|Nota de prensa|

10 de febrero de 2025

Anuncio de las marchas por la democracia y nota de prensa dedicada al tercer aniversario de la invasión rusa a gran escala de Ucrania.

📢 El 23 de febrero, de 12:00 a 13:00 (en Donostia de 12:30 a 13:30), salgamos a las calles para recordarle al mundo que Ucrania lucha no solo por su libertad, sino también por la democracia de todos. En la víspera del inicio de la invasión a gran escala de Rusia, llamamos a todos los que defienden la libertad y la justicia a unirse a nosotros.

Venezolanos, georgianos y todos aquellos que sienten la amenaza de las dictaduras: ¡juntos somos más fuertes!  

¿Democracia o tiranía? ¡La elección es nuestra! 

Ven a la manifestación para demostrar que somos muchos y que juntos somos una fuerza capaz de resistir la tiranía y defender la democracia.  

Anuncio de las marchas por la democracia y contra la invasión rusa

Nota de prensa dedicada al tercer aniversario de la invasión rusa a gran escala de Ucrania: 

Tres años de valentía y resistencia: Ucrania nunca se rendirá 

Ya han pasado tres años desde aquella fatídica madrugada del 24 de febrero de 2022, cuando Rusia lanzó una invasión brutal, a sangre y fuego, contra el pueblo ucraniano. Lo que el Kremlin creyó que sería una ocupación rápida se convirtió en una de las resistencias más heroicas de la historia moderna. 

Pensaron que en tres días Kyiv caería, pero tres años después, Ucrania sigue en pie. No solo resistimos: luchamos, avanzamos y demostramos que la voluntad de un pueblo libre es más fuerte que cualquier ejército invasor. Y hoy es el momento de recordarle al mundo que Ucrania no solo lucha por su libertad, sino por la democracia global, defendiendo el orden basado en el derecho frente a las autocracias que buscan expandir su poder y someter a naciones libres. Su lucha es por un mundo que respete la soberanía y el derecho de los pueblos a decidir su destino. 

El alto precio de la lucha 

 
El precio de nuestra lucha es muy alto: las vidas que se perdieron y el dolor que dejó su ausencia. Siempre recordaremos y honraremos a los soldados que entregaron su vida en el campo de batalla, a los civiles que murieron en sus propios hogares, a las madres y padres que protegieron a sus hijos con su propio cuerpo. Mantenemos viva la memoria de las víctimas de Bucha, Mariúpol, Khárkiv y de incontables ciudades y pueblos marcados por la barbarie. No olvidamos a los niños arrebatados de sus familias y deportados a Rusia, ni a los millones de desplazados que aún anhelan el día en que puedan volver a casa. 

Más que un conflicto territorial: la defensa de la identidad 

Esta guerra no es solo sobre territorio. Es sobre la existencia misma de Ucrania, sobre el derecho de una nación soberana a decidir su propio destino. Rusia no busca solo conquistar nuestras tierras, sino borrar nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra historia. Pero fracasaron y seguirán fracasando, porque Ucrania jamás será sometida. 
 

La guerra como batalla global: la democracia frente al autoritarismo  

Lo que comenzó como una agresión contra Ucrania se ha convertido en una batalla global entre la democracia y el autoritarismo. Rusia no está sola en su ataque al orden mundial. Vemos a regímenes como Irán, Corea del Norte y Bielorrusia apoyando la maquinaria de guerra del Kremlin, mientras que China observa y calcula. Y no podemos olvidar a otro dictador servil a Moscú: Nicolás Maduro, quien, desde Venezuela, no solo apoya al Kremlin con recursos y discursos, sino que también ofrece refugio a mercenarios y criminales rusos.

Y lo más alarmante: algunas democracias que antes defendían el derecho internacional ahora miran hacia otro lado o, peor aún, repiten las narrativas rusas. Han comenzado a reescribir y falsificar hechos, culpando a la víctima de la guerra, blanqueando al invasor, poniendo en peligro la integridad de Europa y del mundo entero. Rechazamos esta política, que, tras la invasión rusa, pretende castigar a Ucrania. Además, a Ucrania se le exige modificar su constitución y ceder a todas las demandas de Rusia. Incluso se habla de celebrar elecciones en un contexto en el que miles de soldados están en el frente, millones de personas están desplazadas y el país vive bajo un régimen de excepción, con el sistema militar desplegado. En esas circunstancias, llevar a cabo elecciones sería no solo inviable, sino un delito, abriendo la puerta a falsificaciones y a la injerencia rusa.

 

El riesgo de guerra en Europa es más real que nunca

También hoy queremos reafirmar la necesidad de una paz justa y duradera, no una paz impuesta, que solo perpetúe la agresión. No castigar al agresor y ceder a sus demandas sólo alimentará su apetito, como ocurrió con Hitler y como ocurrió hace poco con Rusia, cuando el mundo ignoró sus agresiones en Georgia 2008 y Ucrania en 2014.  

La invasión rusa, justificada por algunos y tolerada por otros, no solo amenaza a Ucrania, sino a toda Europa. Hoy, por culpa de Rusia, el riesgo de guerra en Europa es más real que nunca.  

No podemos ser ingenuos ni ignorar la mayor amenaza a la seguridad global desde la Segunda Guerra Mundial. Fortalecer nuestra defensa no es un llamado a la guerra, sino la única forma de evitarla. Si Rusia anexa territorios sin consecuencias, solo será el inicio de nuevas agresiones.  

Antes, la amenaza contra Europa era una posibilidad; hoy es una realidad. Si no detenemos a Rusia ahora, su agresión no tendrá límites y seguirá avanzando sobre Europa.  

La amenaza interna a la democracia

Pero la amenaza a la democracia no solo viene de dictaduras extranjeras. También aquí, en Europa, hay quienes justifican, minimizan o incluso apoyan la invasión rusa. Varios representantes de diversas fuerzas políticas han adoptado discursos que replican la propaganda del Kremlin, ya sea por fanatismo ideológico o por cálculo electoral. 
En Euskadi y otros lugares, algunos utilizan un falso antiimperialismo para excusar la masacre de un pueblo libre. Pero ¿qué clase de antiimperialismo justifica la opresión y la invasión de un pueblo libre? Esas narrativas falsas solo benefician a los enemigos del mundo libre, contribuyendo a la destrucción de Europa, debilitándola, dividiéndola y entregándola a las potencias autoritarias, que fomentan estos discursos autodestructivos en beneficio de sus propios intereses. Es crucial no caer en extremos políticos populistas y mantenernos unidos, porque solo así podremos resistir y preservar nuestro futuro.  

El apoyo internacional: más que palabras, acciones concretas 

A nuestros aliados les decimos: la lucha de Ucrania es la lucha de todo el mundo democrático. Cada arma que nos envían, cada sanción contra Rusia, cada gesto de apoyo es una inversión en la paz y la seguridad global. No podemos permitir que el mundo regrese a una era donde los imperios deciden el destino de las naciones más pequeñas. 
Pero también debemos ser claros: Ucrania no necesita solo palabras de apoyo, sino acciones concretas. No podemos permitir que el miedo o la fatiga nos lleven a aceptar un “acuerdo de paz” que solo sea una pausa antes de la próxima agresión rusa. La paz real solo será posible cuando Ucrania tenga garantías de seguridad firmes y cuando Rusia no tenga la capacidad de volver a atacar. 

Solidaridad con Georgia: un aliado en la lucha contra Rusia

Ucrania no está sola en esta lucha. Nuestros hermanos georgianos conocen bien la agresión rusa, desde la ocupación de Abjasia y Osetia del Sur en 2008 hasta la constante injerencia de Moscú en sus asuntos internos. Hoy, el pueblo georgiano vuelve a alzar la voz, resistiendo a una élite política que intenta someter al país a la influencia del Kremlin.

Desde aquí, enviamos un mensaje claro: Ucrania está con Georgia. Sabemos lo que es ver al mundo dudar mientras nuestras ciudades arden, pero también sabemos que la resistencia de una nación no se mide por el tamaño de su ejército, sino por la fuerza de su espíritu.

Agradecimiento a quienes luchan por Ucrania

A nuestros soldados, voluntarios, médicos y a todos los que han dado todo por nuestra patria, les agradecemos profundamente. Ellos son la razón por la que Ucrania sigue en pie. 

Pedimos a todos aquellos que nos escuchan que no olviden, que no se acostumbren a esta guerra y que continúen luchando con nosotros. Si Ucrania cae, no será el final, sino el comienzo de nuevas agresiones en otras partes del mundo. 

Después de tres años de lucha y sacrificio, confiamos en que Ucrania vencerá. La libertad prevalecerá sobre la opresión, la verdad sobre la mentira, y la luz sobre la oscuridad.

¡Slava Ukraini!
¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!   

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